Manipulación fotográfica

En uno de los foros de Somos de periodismo, mi última apuesta dentro del mundillo de las redes sociales, encontré una interesante discusión sobre si era ético y periodísticamente correcto manipular una fotografía. Viendo que el tema da para mucho, me apetecía comentarlo también por aquí. Resumiré mi opinión de forma muy similar a como hice en el foro puesto que no se me ocurre mejor forma de sintetizarlo.

Yo creo que en este tema hay que ser realista: la palabra nunca esta carente de subjetividad, ya que al seleccionar unos u otros términos estamos personalizando el texto en cierta manera. Del mismo modo, cualquier elemento del tipo luz, encuadre o enfoque aporta (inconsciente o conscientemente) un punto de vista personal a la imagen. Después de tomarla, se nos presenta una nueva ocasión de dotarla de ciertas connotaciones, con el simple hecho de escoger que imagen acompañará al texto o cual es la que se amolda mejor a lo que queremos transmitir.

Por ello considero hipócrita señalar que en el periodismo debe buscarse la objetividad absoluta, ya que es imposible y del todo utópico (somos humanos e imperfectos, que se le va a hacer). Pero si somos capaces de leer un blog sabiendo que no deja de ser una opinión personal, o de leer un periódico asumiendo la línea política en la que se encuentra, ¿por qué no íbamos a poder ser críticos ante una fotografía? Creo que la solución para evitar que nuestras ideas sean manipuladas no es el rechazo de la edición fotográfica, sino el refuerzo de nuestros criterios de observación.