miércoles, 14 de julio de 2010

Mi gigante de Lannister y otros mitos eróticos

"Cuando ella cerró los ojos, y su respiración se hizo lenta y pausada, Tyrion salió de su abrazo con delicadeza, para no turbarle el sueño. Salió al exterior desnudo, tropezó con su escudero, y fue tras la tienda para orinar.
Bronn estaba sentado bajo un castaño, con las piernas cruzadas, cerca del lugar donde habían atado los caballos. Estaba afilando la espada, bien despierto. Por lo visto el mercenario no dormía como el resto de los hombres.
—¿Dónde la encontraste? —le preguntó Tyrion mientras meaba.
—Se la arrebaté a un caballero. No quería dejarla marchar, pero tu nombre hizo que cambiara de opinión... bueno, eso y mi daga en su garganta.
—Espléndido —replicó Tyrion secamente, al tiempo que se sacudía las últimas gotas—. Si mal no recuerdo, te pedí que me buscaras una puta, no que me crearas un enemigo.
—Todas las bonitas estaban ya cogidas —dijo Bronn—. Si prefieres una vieja desdentada, yo me quedaré con ésta.
—Mi señor padre diría que eso ha sido una insolencia —dijo Tyrion mientras se acercaba cojeando a él—, y te mandaría a las minas por impertinente.
—Por suerte para mí tú no eres tu padre —replicó Bronn—. Había otra con la nariz llena de verrugas. ¿Te la traigo?
—Sé que te rompería el corazón —dijo Tyrion para devolverle el golpe—. Me quedo con Shae. ¿Recuerdas por casualidad el nombre de ese caballero? No quisiera tenerlo a mi lado durante la batalla.
—En la batalla seré yo quien estará a tu lado, enano. —Bronn se había levantado, ágil y rápido como un gato, haciendo girar la espada en la mano.
Tyrion asintió. El aire de la noche era una caricia cálida sobre la piel desnuda.
Encárgate de que sobreviva a esta batalla y podrás pedirme lo que quieras.
—¿Quién querría matar a alguien como tú? —Bronn se pasó la espada de la mano derecha a la izquierda, y practicó un golpe de tajo.
—Mi señor padre, por ejemplo. Me ha puesto en la vanguardia.
—Yo habría hecho lo mismo. Un hombre pequeño con un escudo grande. A los arqueros les dará un ataque.
—Me parece que estás muy contento —bufó Tyrion—. Seguramente soy yo el que está loco.
—No te quepa duda. —Bronn envainó la espada.
Cuando Tyrion volvió a la tienda, Shae se incorporó sobre un codo.
—Me desperté y mi señor se había ido —murmuró, somnolienta.
—Tu señor ha vuelto ya —dijo Tyrion y se deslizó entre las mantas junto a ella. La chica metió la mano entre las piernas atrofiadas y descubrió que estaba dispuesto.
—Ya lo veo —dijo mientras lo acariciaba. Él le preguntó por el hombre con el que estaba cuando Bronn la había escogido para él. Le dio el nombre de un vasallo menor de un señor insignificante—. No tenéis nada que temer de él, mi señor —añadió la muchacha, con las manos ocupadas en su sexo—. Es un hombre pequeño.
—¿Y qué soy yo? —preguntó Tyrion—. ¿Un gigante?
—Oh, sí —ronroneó—. Mi gigante de Lannister. —Se montó sobre él y, durante un rato, casi consiguió que la creyera."

Juego de tronos / Saga "Canción de hielo y fuego" George R.R. Martin

¿Por qué recomiendo encarecidamente este libro? Primero porque tanto en lectura como en cine, siempre fui de sagas; me saben mejor, más completas. Y segundo, porque tarde o temprano todo lector desearía que el escritor estuviera aún en la treintena y no hubiera riesgo de final inconcluso. Una breve crítica de la saga:

1. Te encariñas de un personaje y temes seguir leyendo tras haber asumido con resignación el fetichismo de Martin de mutilar salvajemente protagonistas.
2. En la trama, giros más inesperados e improvisados que en el guión de Ana y los 7, pero que te parecen de lo más creíbles (y sino, siempre se ampara en la explicación divina, la mitológica o la brujería) por lo menos hasta el epílogo de Tormenta de Espadas, que es donde me he quedado.
3. Antes dije protagonistas, pero no es así: es el único libro que he leído en el que no hay protagonistas ni antagonistas. No hay buenos ni malos, cada personaje responde a sus intereses, teniendo más o menos escrúpulos. Más bien puedo diferenciar cuatro grupos de personajes: madres cegadas por la salud de sus hijos, hombres cegados por la salud de sus bolsillos, niños crédulos traumatizados por los cuentos de cuna, y Ned Stark...
4. Mucho sexo, es decir, mucho realismo. Pero ojo, narrado con maestría, nada que ver con las novelas eróticas de novelaseróticas.com
5. Cada capítulo corresponde a un personaje y se narra en primera persona. La pega de tener tantos puntos de vista es que sueles averiguar prematuramente intenciones y los confiados te parecen infinitamente lerdos, de modo que acabas gritándole al libro en espacios públicos. También puedes sufrir de impaciencia crónica (tururu..) y saltarte unos cuantos capítulos para continuar la historia de un personaje.
6. Predomina el diálogo ante las descripciones, siendo estas últimas exclusivamente físicas, a las que uno no se suele ceñir demasiado, por otro lado. Las palabras, dentro de las palabras, dicen mucho más de un personaje que cualquier párrafo plagado de adjetivos. Y si estas cuentan con una alta carga de ironía y sarcasmo, pues mucho mejor.
7. Corres el riesgo de sentirte atraída por un enano con la cara en forma de azulejos o de un caballero renegado que sufre parálisis facial. En ese caso, debes plantearte tus necesidades sexuales.

4 comentarios:

  1. Mucho mas que recomendable. HBO (Los sopranos, Roma) está haciendo una serie sobre la saga. Os pondría enlaces pero ahora no me acuerdo y si buscais en google "Canción de hielo y fuego" (Song of ice and fire) encontrareis toneladas de información. Que la disfruteis!!!

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  2. Excepcional. Una cosa que añadir es que cada capitulo es desde el punto de vista de un personaje (o varios capitulos por libro) como bien has dicho, pero una de las cosas más interesantes es que libro a libro va incorporando puntos de vista nuevos. Uno está acostumbrado a ver un personaje en tercera persona y de repente empieza a conocer el porqué de su forma de actuar cuando lees sus capitulos.
    La gran diferencia con la Fantasia Medieval tradicional es que como dices esto no es Disney ni Marvel, aqui la gente muere, y no solo los secundarios.

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  3. Yo soy más bien de ensayo, o de novela corta. Por desgracia, no tengo paciencia para las sagas. Saludos!

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  4. "Cada capítulo corresponde a un personaje y se narra en primera persona. La pega de tener tantos puntos de vista es que sueles averiguar prematuramente intenciones y los confiados te parecen infinitamente lerdos, de modo que acabas gritándole al libro en espacios públicos. También puedes sufrir de impaciencia crónica (tururu..) y saltarte unos cuantos capítulos para continuar la historia de un personaje."

    Creo que uno de los mayores méritos de Martin es que puedes intuir premauramente intenciones de alguien, pero tiene la capacidad de sorprenderte siempre. Como en la vida real, la confianza en que las cosas se realizaran como uno cree sin contar con lo que hace el resto, da media historia. Tal vez este relacionado con su fetichismo por mutilar protagonistas...:p

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Se ruega canalizar la aversión hacia mi persona sin recurrir a la extremista economía lingüística del msn, al estilo montaña rusa quinceañero o a la jerga "hoygan" (en este último caso será inmediatamente investigada la IP del visitante para obsequiarle con un diccionario de bolsillo)

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