Periodismo...o quizá no lo sea.

Si, hubo un tiempo en que pensé que no había nada más frustrante que leerte un montón de libros complejos y repetitivos para aprobar una asignatura (con el añadido de que en esa diminuta franja temporal no puedes dejar de leer lo que sí te gusta), ni siquiera cuando me hicieron pagar casi 30 euros por un libro editado por el propio profesor con todo el temario del curso para su clase. Hasta aquí, mucha lectura condensada y mal asimilada pero nada especialmente destacable, a parte del hecho de tener que pagar nuevamente por unos apuntes que deberían estar incluidos en el precio de la matrícula ya que estoy pagando por asistir a una clase y no por que me recomienden un libro.
Lo realmente penoso es que dicho texto esté mal redactado (cuando se trata de una carrera de letras y más en concreto Periodismo, que se basa en saber escribir), tenga miles de incongruecias y contrariedades apenas separadas por más de dos párrafos, y sean comunes los errores de imprenta y los de edición en general (espacio dobles y triples entre frases, líneas con un tamaño de letra que dobla el de la línea anterior, errores ortográficos y un largo etcétera).
Una verdadera muestra de redacción cuidada y buena elaboración didáctica. Pero el verdadero problema reside en el tema de las contrariedades. La asignatura se basa en exámenes de tipo test (caracterizados por su ambigüedad), por lo que no puedes responder aportando un punto de conexión entre ambos enunciados discordantes, sino que tienes que adecuarte a seleccionar sólo uno de sus brevísimos argumentos. Me imagino que, ante la impotencia de los buenos estudiantes que se niegan a dejar sus calificaciones en manos del azar, las anotaciones aclaratorias se incrementaron tanto que la misma profesora se ha visto obligada a incluir en sus examen un pequeño espacio bajo la pregunta tipo test donde dice: "RAZONA TU RESPUESTA (voluntario)".
En el último examen, una de las tres opciones ofrecidas como respuesta en una de las preguntas era la siguiente: "c) Las tres anteriores podrían darse por válidas", a lo que yo me tomé la libertad de añadir un pequeño apunte en el margen del folio haciendo uso de la misma (un tanto exagerada) ambigüedad empleada por mi profesora: "Podrían darse por válidas en el hipotético caso en que se entienda...".

Nuevamente decepcionada por la carrera. O la facultad, todavía tengo que aclarármelo.