- No, no me creas desesperada; no es que quiera conservar tu olor bajo mi barbilla hasta encontrar otra nariz que desprenda un perfume parecido, sino que me asusta meterme bajo esa nube metálica que amortigüa todo sonido y sensación externa, porque puedo disimular ante mi mísma y derramar hasta la última gota de agua que me compone sin saber con certeza que lo he hecho. Podría compararse a una visita al útero materno, pero uno en el que tu cerebro no deja de estar activo, y sólo se calma absorviendo por los poros capilares los litros y litros que vas perdiendo por no sabes muy bien dónde. Me recuerda a los días calurosos en los que toda gota de agua dulce es reabsorvida a la altura de la mejilla para ser expulsada posteriormente por zonas implanteables cuando haces el amor con un extraño. ¿No es maravillosamente sustitutivo el cuerpo humano?-...
Maravillosamente sustitutivo...eso es :)
ResponderEliminarEs la primera vez que me paso por tu blog y a parte de los textos me ha encantado la pequeña recomendación antes de dejarte un comentario jaja :D
Muchas gracias!
ResponderEliminary me alegro de que algo de lo que escriba te pueda inspirar, y si es para declaraciones amorosas aún más :)
Sólo hay una foto mía, me gusta la fotografía pero digamos que yo no tengo arte para ello, así que me limito a ser espectadora.
Y sí, Valentina es un nombre precioso!
Todo es sustitutivo hasta nosotros mismos por más cariño que se nos tenga. kises;)
ResponderEliminarMe parece sumamente inspirador este texto, es la primera vez que te leo y me ha encantado. Te sigo desde ya!! El cuerpo humano busca siempre su equilibrio, menos mal que él pone de su parte para cuidar de nosotros...espero que salgas renacida por completo de cada ducha-visita-guiada-uterina, el agua nos rejuvenece notablemente.
ResponderEliminarLa foto es una pasada, ese ángulo y esa textura son muy originales, sin hablar del estratégico lunar, q caprichosos son que se alojan donde más sugieren. Un besazo!!