martes, 23 de marzo de 2010

Apostando por el periodismo humilde

-Los periodistas no servís pa' na: cualquiera puede salir en la tele, si no mira a la Esteban.

Analicemos esta recurrente observación, que en el caso de haber escogido otra profesión me hubiera crispado los nervios de igual forma. Se trata de una simplificación de parvulario, como podría ser la de comparar a un químico con Flipi el de El Hormiguero, pero no obstante muy reveladora ya que refleja que pocos se mantienen indiferentes ante el panorama periodístico actual. Cierto es que hoy día cualquier individuo sin formación universitaria puede parir periodismo de calidad, y yo me pregunto qué hay de malo en eso. La democratización de las plataformas de información ha impulsado el periodismo ciudadano, de modo que cualquiera pueda practicarlo mientras cumpla dos requisitos fundamentales: la técnica y la ética. He aquí el problema: el estereotipo de tertulianos con los que se nos suele equiparar carece de ambas. Por esta razón, que la Esteban se acerque al rol de líder de opinión ya me la trae floja, lo que me asusta de verdad son las continuas fusiones entre cadenas y la identificación creciente de los grupos de comunicación con una u otra línea política. Primera cuestión fraudulenta: La libertad de expresión.

Por otro lado, la televisión y la prensa (la radio de momento merece un plus de confianza) se han convertido en simples plataformas de contenido de entretenimiento y publicitario, ya sea facilmente reconocible (anuncios) o por el contrario se trate de Publicity (notas de prensa enviadas por agentes publicitarios de empresas y personalidades, y publicadas en los medios sin ser modificadas ni un ápice). Como resultado, la información se presenta las más de las veces acotada, adaptada, desenfocada, descontextualizada, y otras simplemente se mezcla con la publicidad. Segunda cuestión fraudulenta: Las macroempresas se convierten en jefes de redacción.

En este peliagudo contexto, me pregunto una vez más qué es el periodismo y si realmente es posible llevar a la práctica ese concepto idealista que alimento en mi cabeza; es decir, si el periodismo que definen los manuales, el que condena el control de la información, puede desarrollarse en una sociedad regida por el lucro. Internet apunta muy alto en este sentido, pero como era de esperar, ese tóxico fin lucrativo se introduce en la red de redes con la ley Sinde, cuando precisamente este medio es el único que nos facilita el contraste y la consulta de ilimitadas fuentes mediante los enlaces de contenido (como pueden ser los vídeos de Youtube).

Conclusión: la calidad del periodismo y el prestigio del medio suelen ser inversamente proporcionales. A menor reconocimiento, menor interés empresarial y político, y por tanto mayor libertad y mayor validez informativa. ¡Tres hurras por los blogs!

4 comentarios:

  1. Olé!!!

    bueno, no se que decir. Enhorabuena por el post y mi mas sincero pésame por tu futuro profesional. Lo siento pero el idealismo choca frontalmente con el rumbo empresarial que toman todos los aspectos de nuestra sociedad. Desde la Ley Sinde de la que hablas hasta incluso las instituciones de enseñanza gracias al famoso plan bolonia (a ver cuanto tarda en llegar una iniciativa similar a los colegios e institutos). Aún así me alegro de que quede gente idealista en el mundo.

    Salu2

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  2. Borja Velesar Martínez24 de marzo de 2010, 14:49

    Muy buen artículo, si señor.
    Ciertamente entre monos de feria (en T5 abundan) o bufones de tres al cuarto (vease la 6), no se encuentran fácilmente contenidos de calidad que destaquen los verdaderos problemas socioeconómicos a los que se enfrenta la sociedad española, sin que exista manipulación informativa.
    Mís más cordiales saludos;

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  3. Todo el mundo, cualquiera puede ser un periodista.
    Pero ser buen periodista está al alcance de muy pocos.

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  4. A mí la expresión "periodismo ciudadano" aún me rechina. No es que no considere que lo que hacen esté bien o mal, es que no se si se debe llamar periodismo. Yo hablaría de denuncia social, de denuncia ciudadana, que hace mucha falta.
    Un periodista debería ser alguien que tiene unos estudios, pero también que sea capaz de mantener unos estándares éticos y estéticos.
    Este fin de semana, en el blog Alt1040 tenían una entrada sobre una máquina que escribía notas de prensa automáticas. En los comentarios decían que así se lograría la verdadera objetividad. Pero la objetividad no es hacer noticias super-neutras, que simplemente expongan unos hechos... Las noticias deben ser el punto de partida de análisis, de columnas, pero tienen que ser algo más que un montón de palabras. El periodista, como creador, debe saber darles un ritmo, una forma.
    El periodismo es algo intermedio entre el ciudadano denunciando a su alcalde por facha/rojo y la máquina escribiendo que hay baches en el pueblo.


    En cuanto a las empresas, esas están cubiertas de m*. Como tú has dicho por el mercado y el ánimo de lucro que son los que imperan en este momento. Cada empresa, además se ha arrimado a un sector, conviertiendo la libertad de expresión en propaganda. (No se donde leí que dejar hablar a los tuyos no es libertad, sino propaganda).

    Internet ha tomado la delantera en esto, es lo más democrático que tenemos: todo el mundo tiene oportunidades de expresarse. Pero no es democrático en el sentido de que solo unos pocos son escuchados.
    Pues hablando de esto, he leído en Periodistas 21 una cosa bastante preocupante sobre que querrán cobrar por partes de Internet: Tú pagarás por los servicios que quieras contratar de Internet. Como sí Internet fuesen 50 canales y te pidieran que elijas 5. Dicen que para dar más calidad. ¡Mis h* calidad! Lo que dicen es que solo veas contenidos que hayan sido previamente elegidos. Las "webs de calidad" serán las que tengan dinero para pagarlo, y muchos blogs, foros, etc serán relegados. Hablo de ello en mi blog. Aquí esta la entrada que decía: http://periodistas21.blogspot.com/2010/04/transparencia-y-competencia-contra.html
    Es un ataque a la libertad de expresión.

    Un saludo.

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Se ruega canalizar la aversión hacia mi persona sin recurrir a la extremista economía lingüística del msn, al estilo montaña rusa quinceañero o a la jerga "hoygan" (en este último caso será inmediatamente investigada la IP del visitante para obsequiarle con un diccionario de bolsillo)

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